Empieza a pensar positivo
Cambia tus pensamientos, sustituye el “no puedo”
por “voy a intentarlo”, “voy a tener éxito”.
Si pones esto en práctica irás viendo cómo esa dinámica negativa se va transformando en energía positiva y empezarás a enfocarte más en todo lo que tienes y no en lo que aún
no alcanzas.
Ponte metas realistas
Ponerte metas pequeñas te ayudará a alcanzar victorias
a corto plazo y esos triunfos te darán la confianza necesaria para ir creyendo en ti poco a poco.Si fracasas no te permitiras culparte sino que reflexionaras sobre lo que puedes aprender de ese error cometido.
No te compares
Entiende que cada persona es un mundo y tú eres el dueño del tuyo. Centrate en ti, sé que puede sonar un poco egoísta pero en este momento de recuperar tu autoestima es necesario. Entiende que Dios nos creó con un propósito Y tú tienes el tuyo, así que ve y encuentralo.
Regálate tiempo
Escribe una lista de las cosas que te hacen feliz,
¿Qué te saca una sonrisa? ¿Qué disfrutas hacer?
¿Qué te apasiona? Después de escribirla vas a incluir esas actividades en tu agenda de la semana, así tendrás momentos contigo misma donde aprenderás que tu felicidad y validación no depende de nadie sino de ti.
Aceptate y perdonate
Escribe una carta en la que describes todo aquello que no te gusta de ti y todo aquello de lo que te sientes culpable. Leela con atención y valora lo que puedes mejorar. Despídete de esa carta y rómpela en mil pedazos. A partir de ahí empieza de cero , con todo lo que has aprendido
pero dejando atrás toda culpabilidad.